Spencer Smythe era un experto en robótica y en arácnidos que creo robots a los que llamó los Spider-Slayers para acabar con Spider-Man. Sin embargo, estos robots contenían materiales radiactivos usados en su fabricación que envenenaron a Smythe condenándole a una muerte lenta y agónica. Tras su fallecimiento el legado de los Spider-Slayers fue tomado por su hijo Alistaire Smythe.
Biografía[]
Creador de los Spider-Slayers[]
El profesor Spencer Smythe era un experto en robótica y en arácnidos que le pidió a John Jonah Jameson que consolidara sus proyectos. Después de mirar una demostración en donde el robot de Smythe podía sentir la presencia de arañas y atraparlas, Jameson contrató los servicios del profesor para capturar a Spider-Man. El propio J. Jonah Jameson controló el robot, y Spider-Man se encontró cazado por una máquina con el odio de Jameson hacia él, aunque Spider-Man logra escapar dejando su traje envuelto en los tentáculos del robot.[1]
Smythe, molesto por la incapacidad de su robot para capturar a Spider-Man, empezó a obsesionarse con el trepamuros, volviéndose un criminal para financiar su investigación y constantemente mejorar sus robots a los que llamó los Spider-Slayers. Pero estos robots se tornarían un arma peligrosa para el propio profesor ya que los materiales radiactivos usados en la fabricación de estos envenenaron a Smythe condenándolo a una muerte lenta y agónica.
Último movimiento[]
Culpando a Jameson y a Spider-Man de su inminente muerte, Smythe esposó a los dos a una bomba que detonaría en 24 horas. Desgraciadamente para Smythe, su enfermedad estaba demasiado avanzada como para sobrevivir las 24 horas por lo que murió convencido de que había matado a los dos hombres responsable de su muerte. Sin embargo, Peter Parker, tenía buen manejo sobre ingenios mecánicos y explosivos, con lo que pudo desactivar la bomba congelando el dispositivo de mando.[2]